10 clases (o más) de agujas de reloj: parte I.
¿Alguna vez te has preguntado qué le da personalidad a tu reloj? Una de esos detalles son las manecillas del reloj.
Solamente con fijarse en las agujas de un reloj puedes averiguar sin mucho esfuerzo si se trata de una pieza clásica, moderna, deportiva; o incluso la función que tienen, el por qué de su existencia. Lo puedes comprobar cuando le echas un vistazo a las agujas de un GMT, con su manecilla adicional para distintas zonas horarias, un diver con sus características agujas muy anchas para ser visibles a grandes profundidades bajo el agua. O un modelo tipo aviador, que generalmente cuentan con bastantes agujas inusualmente saltonas a la vista debido a la gran cantidad de funciones que tienen. Son ejemplos sencillos de relojes que pueden estar en cualquier colección de un/a amante de los relojes.
Cuáles son las agujas de reloj más populares.
Las manijas son una parte esencial de los relojes y usualmente una de las más olvidadas a la hora de describirlas en las fichas técnicas. Es la parte que literalmente le da sentido al reloj, en la que te fijas día sí y día también, está en la primera fila del batallón dando la hora e indicando que el reloj, en su efecto, sigue vivo.
En este blog nos gustaría darles la importancia que se merecen haciendo una lista de las más comunes, respondiendo preguntas cómo, porqué se crearon, cómo se ven en sus distintas variantes y con qué estilo se suelen relacionar.
Hemos decido hacer este listado por los nombre en español y no por los que hacen mención a otros idiomas para que su lectura sea más sencillo e intuitivo.
Tipos de agujas de reloj:
1. Alfa.
La manecilla en si tiene forma de punta de lanza, teniendo una varilla estrecha que se engrandece en la base para después ir afilando su forma hasta acabar en punta, es una mezcla entre las manecillas dauphine y las de tipo lanza, creando una base considerable para aplicar gran cantidad de luminiscencia.
2. Bastón.
Las manecillas de este tipo son aquellas que no se diferencian la parte inicial respecto a la del final, es decir, tienen el mismo grosor.
Suelen ser anchas como las características agujas de TW STEEL pero también podemos encontrar modelos que incorporan una variante un poco más fina llamada tipo palo, como se puede apreciar en la fotografía.
3. Breguet pomme évidée.
Fueron inventadas por el famoso relojero Abraham Louis Breguet, uno de los visionarios en el mundo de los relojes. Entre otras hazañas creó una de las mayores complicaciones jamás conseguidas, el tourbillón, diseñando este tipo de agujas para ello.
Breguet, allá por el 1783, harto de agujas tan toscas y que hacían muy difícil la legibilidad de los relojes, inventó unas manecillas finas, sencillas, y que aportaron una claridad excelente a la esfera del reloj. Estaba caracterizada por un agujero en la punta del reloj. ¿Significado? Manzana vacía.
4. Catedral.
Las manecillas tienen un estilo clásico, no por su forma, sino por lo que puede llegar a recordarnos como por ejemplo, las vidrieras que ocupaban gran parte de las catedrales. Estas agujas suelen ser robustas y anchas, muy parecidas a las plongeur, pero pero con su contenido totalmente dividido formando patrones visuales bastante bonitos.
Las marcas relojeras se olvidaron de estas manecillas por décadas hasta que Montblanc les dio vida en su colección 1858 (véase en fotos), desde entonces se han empezado a popularizar en relojes con un look “vintage” o “retro”.
5. Copo de nieve.
Estas manillas son una marca de agua de la empresa Tudor, la filial de Rolex. Se crearon en 1969 con tanto éxito en su cometido que la marina francesa prosiguió a incorporar los relojes Tudor debido a la gran cantidad de lumen que incorporaba y la facilidad de lectura que aportaba bajo el agua.
Éstas respondían a dos necesidades impetuosas por aquello tiempos. La primera era que los submarinistas distinguieran con claridad las agujas de horas y minutos, ya que había confusiones. La segunda, diferenciarse de su primer modelo Tudor Submariner, para hacerlo también de los relojes de su empresa matriz Rolex, que por esa época tenían demasiadas similitudes.
6. Dauphine.
Aparecieron con la intención de reflejar lo mayor cantidad de luz posible que incidían en ellas, teniendo así unos cantos muy pronunciados. Muy similares a las alfas y lanzas, la diferencia está en que son facetadas.
7. Espada o sword.
Tienen forma de espada medieval donde la empuñadura corresponde al eje de la sujeción. Son muy usadas en relojes de todos los estilos, desde los más retros hasta los más actuales. Un básico dentro del mundo relojero.
8. Flecha.
El signo más característico es que como su nombre indica es que termina en forma de flecha. Muy habitual en relojes de marcado estilo deportivo, son de gran tamaño y de fácil lectura.
Son una característica básica de todos los Seiko 5 Sport o Rado Captain Cook.
9. Hoja, leaf o feuille.
Es una clase de manecillas que se suele usar en relojes de estilo clásico; es frecuente que no lleven ningún tipo de luminiscencia pero no siempre es así. Depende del grosor que tenga la aguja. Del eje a la punta va dibujando una fina hola de árbol (estrecho, grueso, estrecho).
Hay muchos fabricantes que utilizan ese tipo de agujas como complemento a un diseño elegante con una esfera poco cargada de detalles.
10. Jeringa.
Su silueta recuerda perfectamente a una jeringuilla utilizada en el mundo sanitario: tendría la apariencia de una aguja bastón pero llegando al final se estrecha dramáticamente dejando una fina línea. Ayuda a indicar con precisión la medida del tiempo y, en caso que el diseño del reloj lo admita, hay espacio suficiente para introducir material luminiscente a la manecilla.
Hay más (sí, aunque parezca mentira). En el próximo post seguiremos describiendo tipos de agujas de relojes. Agradecer a José Manuel Sánchez Ruiz toda la información que ha ido recopilando durante días para poder escribir estos post. Sin él, esta entrada no hubiera sido posible.